domingo, 9 de noviembre de 2014

Hoy soñaré contigo..

Y si nos paramos a pensar, es increíble lo que llega a esconder dentro esa bola de algodón. Hay algo en su suave tacto que nos llama la atención desde bien pequeños, cuando no entendemos el porqué de muchas cosas de la vida pero si llegamos a entender que si lo abrazamos estamos protegidos. Y nadie en este mundo nos ha dicho que eso sea así, que sea él quien nos proteja si nos pasa algo, porque realmente no es así. 

Cada día estamos buscando su calor en ese invierno frío y su frio en pleno verano, y con ello nos damos cuenta de que él nunca falla, que de nuevo cuando entras en tus cuatro paredes lo ves ahí encima de su vida dispuesto una vez más a estar a tu lado las horas que tu desees. Sin mirarlo tan solo con tocarlo, abrazarlo, somos capaces de encontrar en él nuestro hueco interior, ese hueco interior en el que guardamos todos nuestros pedacitos, esos pedacitos que nos hacen grandes día a día, pedacitos que nos hacen crecer a base de caídas.

Aparecen de golpe y de frente encima de tu cama, no sabes ni de dónde vienen ni a donde van pero ahora están ahí, en tu lugar, en tu mundo dispuestos a darte la comodidad y la tranquilidad para compartir con ellos cada uno de tus sueños.

Caídas y más caídas, piedras y más piedras, eso es la vida, eso es lo que llena ese pequeño hueco de nuestro interior. Ese hueco que esconde cosas que solo nosotros sabemos, que esconde un qué y un porqué de cada cosa que hacemos, que nos hace dudar y plantear las cosas mucho rato antes de hacer algo, ese pequeño hueco que nos enseña que si algo quieres algo cuesta. 

Y es él de nuevo el que aparece para decirle a ese hueco que explote ante él, que derrame todas las lágrimas que necesites, que le dé el golpe que haga falta para tranquilizarle o que simplemente le abrace con toda la fuerza que tenga. Porque yo soy la primera que llego a casa con una sonrisa, muestro a mis padres una felicidad que creía inexistente y de camino a mis cuatro paredes agacho la cabeza para terminar, encima de esa cama, y me empiezan a sudar los ojos abrazada a él. 

Palabras que desaparecen entre su tela, miles de lágrimas que esconde en cada una de mis caídas, y con él paso del tiempo me atrevo a deciros que le tengo un cariños especial, que puedo derramar y explotar hasta ese punto en el que sea él, quien me dé la tranquilidad para dormirme encima suyo y de nuevo, dejarme soñar.


Hoy soñaré contigo por si no te veo mañana

No hay comentarios:

Publicar un comentario