lunes, 28 de julio de 2014

Vivimos del supongo.

Vivimos en un mundo donde suponemos todo, yo soy la primera que supongo todo. Porque realmente saber lo que es saber, cada vez sé menos no os voy a engañar. Que aprendo algo nuevo día a día pero también elimino sin querer cosas ya aprendidas o eso creo, porque al final acabo confundiendo la experiencia con el saber.

Y supongo que hago lo que me gusta, porque si no estaría haciendo otra cosa, aunque en ocasiones quiera abandonar y poner fin a algo, aunque siempre me olvide del lujo que hoy supone tener lo que quiero. Y con el paso del tiempo cada vez voy cumpliendo más años y menos promesas, que se me va la vida en ratos idiotas y me muero esperando vivir cosas que nunca llegaran a importar, y luego valoro ese tiempo como tiempo que me gustaría recuperar para poder tener más tiempo de ese en el que solo deseas pararlo y que no avance.

Pensando en el más allá, supongo siempre un futuro mejor. Que es inesperado y te aparece sin querer el amor, y supongo que ha venido a incrementar la felicidad media de los que ya estábamos desengañados de tanto engañar y casi hasta pensando en que no existía. Y lo ha conseguido, sin ninguna duda llego para romper todos mis esquemas. Os lo puedo asegurar que aquí ya no supongo, esto sí lo sé. También sé que me ha enseñado más cosas en poco tiempo de las que yo seré capaz de enseñarle jamás. Eso es cierto, eso es amor.

Y si hablamos de personas, imagino que en cualquier parte hay gente buena y buena gente, que no necesariamente coinciden siempre en la misma persona ni en el mismo grupo y mucho menos en la misma clase social, y el reto que nos pone la vida está en saber diferenciar antes de que ellos te quieran amar, odiar o ignorar.

Que por suponer no se paga, ni te cuesta nada. Que quieras o no pasamos gran parte de nuestra vida suponiendo y, a veces, cuando no lo haces es cuando va la vida y te sorprende. A día de hoy me gustaría poder suponer que he encontrado esa mano con la que caminar el resto de mi vida, pero igual que llego rompiendo todos mis esquemas una vez más ha roto la tradición del supongo, porque a su lado no supongo a su lado afirmo.


Sin embargo, todo tiene que venir de dentro, supongo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario